jueves, octubre 20, 2005

EDUARDO HARO TECGLEN. In Memoriam

Eduardo Haro Tecglen ha muerto. Tres han sido los maestros y personajes públicos cuya desaparición han traído lágrimas a mis ojos, y una sensación de orfandad sólo parcialmente consolada por el presente y futuro de su legado intelectual y el recuerdo de su ejemplo como luchadores por las libertades y la democracia en nuestro país.
La primera de estas personas és Enrique Tierno Galván, ejemplo de sensatez y sentido común en política, que iluminó alguna esperanza en una época de oscuridad y desasosiego social y político. Para muchos que en aquel entonces teníamos veintitantos años su talante paternal, cálido y próximo, y su discurso que sintonizaba con nuestro tiempo nos reveló a alguien muy inteligente, comprensible y comprensivo, sus sabios consejos y reflexiones se revelaron con el paso de los años como un bagaje estimable con el que progresar como personas. Cómo olvidar sus bandos como Alcalde de la Villa ...
El segundo personaje, al que tuve ocasión de conocer personalmente, fue Ernest Lluch, como alumno suyo en la Facultad de Económicas en la que ocupó durante unos años la Cátedra de Historia de las Doctrinas Económicas, y ya en otro ámbito mas personal le ayudándole brevemente a instalar y cultivar un acuario en la casa que habitaba con sus padres durante su estancia en València. Pronto la política le separó físicamente del País Valenciano, pero al mismo tiempo le mantuvo próximo a través de su actividad pública como parlamentario, por sus libros sobre Historia y Economía valenciana, su participación en los debates que por aquel entonces podíamos seguir por la tv pública, y sus reflexiones en tertulias radiadas últimamente. Su desgraciada muerte, por lo inmerecida en tiempo y forma, me dejó una profunda huella en la que actúa como bálsamo el recuerdo de su bonhomía, el sentirme heredero y partícipe de su legado cultural, y su ejemplo como demócrata.
El tercero de estos personajes, cuya desaparición aun no he asimilado por lo inesperada, és la de Eduardo Haro Tecglen, maestro de periodistas y ejemplo de lucidez. Se comenta que muchos lectores del periódico El País comenzaban por la página de su columna diaria, empezando por el final, bueno, debo decir que yo soy uno de estos lectores. Lo descubrí bajo ocultos seudónimos en la revista Triunfo (donde como dice de JL Cebrián fue “martillo de tiranos y crisol de la nueva cultura democrática”), y lo seguí con frecuencia en las tertulias de TVE en su tiempo y luego también en la mencionada columna diaria Visto/Oído. Durante años me desayuné con sus palabras los sábados en “A vivir que son dos días” de la SER, y le escuchaba en diversas tertulias . . . es duro pensar que ya no veremos por sus ojos ni escucharemos por sus oídos. Claro que también nos queda “El niño republicano” y la relectura de su inmenso legado periodístico y literario. Lector voraz asimismo, asistía a todas las obras de teatro, visualizaba todas las películas, y amaba a los perros.
Tres hombres de opinión y sentido común, cabales hasta el exceso, defensores de las vanguardias, claramente de izquierdas, descreídos y de estética irrenunciable. Tres personajes de los que podemos decir que no se equivocaron jamás.

domingo, octubre 09, 2005

9 d'Octubre al País Valencià

Día de la Comunitat Valenciana, llúm a la tardor
Bon día i salut per tothom