lunes, febrero 11, 2013

CERNÍCALOS EN QUART DE POBLET

Seguramente a algún vecino/a del pueblo le habrá ocurrido, o habrá escuchado de boca de otro vecino … “el otro día saqué al balcón la jaula con un canario (o un periquito) y al rato me di cuenta de que había desaparecido, y sin que la puerta de la jaula estuviera abierta” ...  no hay misterio, se lo ha llevado un ave rapaz, un cernícalo, atacan la jaula y extraen el pajarillo por entre los barrotes en unos segundos ... a eso me refería. 
Otros recordarán los antes frecuentes y hoy prácticamente desaparecidos murciélaguillos (rat penat) que volaban por la noche entre las farolas, o las inofensivas salamanquesas (dragoncillos) que campaban en las paredes y tejados de las casas iluminadas por la noche, o las lagartijas comunes, o las golondrinas que anidaban (y aun anidan afortunadamente) en lugares tranquilos del casco antiguo, todos ellos esquilmados por estas rapaces ... eran ejemplo de un cierto equilibrio ecológico en los cascos urbanos rodeados de zonas rurales, con bosques o zonas agrícolas próximas, y cumplían con una importante función: son insectívoros que se alimentan de moscas y molestos mosquitos. Durante siglos fue así, los murciélagos, salamanquesas y pajarillos se acostumbraron a la vida urbana y ayudan a equilibrar la presencia de estos insectos (los mosquitos) nada apreciados excepto por sus depredadores, y convivíeron con nosotros sin causar el menor problema. 
Como naturalista aficionado y con cierta sensibilidad hacia el medio ambiente noté que cada vez se observan menos aves insectívoras (gorriones, ruiseñores, golondrinas, etc..), y casi ninguna lagartija, salamanquesa, o “rat penat”, y eso que la proximidad al parque fluvial, rehabilitado en parte, debería en principio favorecer su presencia.
Estaba una tarde de este verano en el balcón de casa observando unas palomas deportivas que por allí volaban cuando me llamó la atención otra ave de tamaño parecido, pero de forma y volar distinto al de las palomas y de la que estas parecían no querer saber nada, de repente se detuvo en el aire unos largos segundos y cayó en picado sobre una terraza y retomando el vuelo inmediatamente con una presa entre las patas … una rapaz cazando, me dije, efectivamente ... un cernícalo (Falco tinnunculus). Me interesé por el tema, conocedor de que algunos núcleos urbanos, incluso grandes ciudades, estaban siendo colonizados por rapaces y desplazando a la fauna urbana tradicional, siendo comúnmente aceptados por sus efectos positivos sobre la presencia de palomas, tórtolas y pericos que pueden llegar a ser plagas.
Pero este no es el caso de los menudos cernícalos, que no suponen (excepto en algún ataque a nidos ajenos) enemigo insuperable para estas aves medianas. Uno de los efectos más dañinos que causan sobre todo tipo de aves es el estrés al que les someten y que perjudica su asentamiento y nidificación, asustan a las aves medianas, y depredan pequeñas aves , pequeños mamíferos y reptiles.
Pero bueno, como apuntan los expertos podría tratarse de una consecuencia de la evolución natural. Estoy de acuerdo en los casos en que las rapaces encuentren alguna masía abandonada, o edificación abandonada en algún lugar tranquilo y próximo a algún núcleo urbano y aniden allí. Pero el caso de Quart de Poblet es ditinto, alguien seguramente bienintencionado (no creo que los responsables del Parque Fluvial) colocó en los puentes y pasarelas próximos al pueblo refugios y nidos artificiales de tamaño mediano, seguramente destinados a nidos de otras especies, pero que han sido colonizados por cernícalos. En las fotos que adjunto, y que tomé hace ya meses, se observa un ejemplar de esta rapaz, y detalles de alguno de los nidos artificiales citados.
Personalmente opino que si alguna de estas aves protegidas encuentra algún rincón en una caseta rural, o árbol caído próximo a algún núcleo urbano, y establece allí su nido, se trata de un caso de evolución natural y por lo tanto dotada de cierto equilibrio medio ambiental. Pero creo asimismo que fomentar su presencia, y favorecerla con la instalación de nidos y refugios artificiales es un grave error porque ayudan a desequilibrar artificialmente el entorno ecológico, y produce al medio ambiente más problemas que beneficios. Además de disgustar a los vecinos que ven peligrar sus queridas mascotas en terrazas y balcones.



No hay comentarios: